Para mí, Malcolm era un encargo más.
Debía desvelar su verdadera identidad, sus secretos más
oscuros, pero el corazón se impuso a la razón y, pronto, caí en el pecado.
Malcolm es como una droga para mí, y yo soy adicta a él.
Ahora que la verdad ha salido a la luz, ¿volverá el hombre
más codiciado de Chicago a confiar en mí?
Ms. Manwhore
Ladies Man
Es con quien tienes una aventura de una noche.
Uno pensaría que el hombre que me envía miradas calientes,
que me llamó suculenta, querría desnudarme y extenderme en su cama como a
cualquier otra mujer en Chicago.
Excepto que rechazó mi oferta....
Al igual que una vez yo lo hice con la suya.
Es receloso, como yo.
Está roto, como yo.
Y todo el mundo sabe que dos partes rotas no pueden formar
un todo.
Así que trato de distraerme. Estoy yendo a citas de nuevo.
Tahoe y yo somos estrictamente amigos. No cree que mi nuevo
novio sea lo suficientemente bueno, pero para él, ningún hombre es lo
suficientemente bueno para mí. Especialmente el propio Tahoe.
Pero cuanto más tiempo pasamos Tahoe y yo alrededor del
otro, más confusa me siento.
Estoy tratando de abrirme al amor.
Pero rápidamente me doy cuenta de que el único hombre que
quiero es el obstinado, arrogante, inalcanzable jugador Tahoe Roth.
Ese de quien tu madre te advirtió.
Ese que mi cuerpo anhela.
Ese que seguramente me romperá el corazón.
Womanizer
Sólo éramos dos extraños. Enfrentando una atracción
prohibida, una conexión química. Ninguno de nosotros esperaba o quería que
ascendiera a más.
Pero nunca me había sentido atraída a un chico de la manera
en que me sentía atraída por éste: el mejor amigo de mi hermano, y el director
general de la empresa donde hago mi práctica.
Aun sabiendo que debía permanecer lejos, resulté ser
demasiado humana, después de todo.
La química era increíble.
Las risas eran increíbles.
Me abrí a él de muchas maneras que nunca me había abierto a
nadie antes.
Pero el sexo era a lo más lejos que podía llegar.
Sólo sexo porque era demasiado irresistible.
Sólo sexo porque no me enamoraría de él.
Sólo sexo porque me iría en tres meses, y me gustaría que mi
hermano no me matara, y que nadie supiera que era mi pequeño secreto
travieso.
Él no era el Indicado.
Sólo era un mujeriego.
Pero por un tiempo, sería mío.
Playboy
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